Corte brunoise para la zanahoria y la calabaza de angelical cabello.
También cebolla y cilantro, portadores de azufre, siempre excretado por los posesos.
Alubias, guisantes y judías, fundamento gaseoso y polvorín rectal que revienta al ministro.
Bacon rancio, ingrediente de Satán en plena cuaresma.
Parmesano, todo rallado, como la común ciudadanía que ni damos, ni se nos da crédito.
Lluvia de pasta que los Ppopulares creyeron suya.
Trío de clavos, martirio oloroso que endereza y sostiene la fe del supernumerario del Opus.
Se requiere exorcismo, pues no es tal la ternura que se atribuye al ángel que en todo momento acompaña al de Interior.
Es evidente la posesión y el dominio sobre él en declaraciones y acciones. Tanto es así, que podría ser quien estuviera detrás de su añoranza de la lucha armada, quien despacha con el imputado Rato o quien practica tiro con inmigrantes a flote, alambra y amordaza.
Incluso su perra Lola se despierta agitada por las noches.